NUESTRO PERSONAJE DE HOY: SADY MARTINEZ
Si usted es un aficionado del deporte y el futbol, sobre todo hoy siéntese cómodo porque la historia de nuestro personaje sin dudas lo va a llevar desde “las canchitas” de la Plaza de Deportes cuando en “chancletas” se pasaban tardes jugando futbol, a los estadios más importantes de Europa que nuestro entrevistado tuvo “esa bendición” de poder disfrutar, recorrer y hacer, teniendo así una corta pero inolvidable experiencia por el futbol profesional, que ya desde años atrás “los poderosos” dirigentes se dedicaban a trancar el futuro de muchos, desviando la mirada del talento por lo monetario.
El Portero de tarde inolvidables en la Plaza de Deportes, que viendo Revista El Grafico comenzó así a conocer, observar y vivir el futbol de una manera tan particular que pasó a ser parte de su vida. Hoy en nuestras páginas…
SADY MARTINEZ.
Nacido en Cerro de las Armas, 3 de setiembre de 1942. Hijo de Víctor Martínez, jubilado oficial de Policía y su Madre María González. A los 4 años, comenzó la historia de Sady en Tarariras, sus Padres se trasladaron aquí para comenzar a vivir en barrio “El Empuje”….
“La infancia fue llena de recuerdos con aquellas calles de balastros, pocas casas y toda la actividad de niño centrada en la Plaza de Deportes. Era una época sin actividades como lo hay hoy, baby fútbol, otros deportes, antes no había nada y la Plaza de Deportes era el centro de todas las actividades, en la tardecita los más grandes venían a jugar Vóley, nosotros tratábamos de jugar futbol cuando nos daban la pelota, habiendo además saltadero, amacas, muchos juegos por aquellas épocas, incluso una cancha de Tenis. En cada fecha patria era común que hallan actividades como atletismo, en donde siempre participábamos. Un recuerdo que siempre lo tengo presente es cuando la Profesor “Bocha” nos quería enseñar a jugar béisbol, nos daba un bate y lo único en que pensábamos era jugar fútbol, estaba Zenón, Rufilo Vergara, “Los Chilenos”, los Riveros, siempre nos juntábamos y era una actividad a la cual nadie quería faltar, el fútbol era la diversión de todos. Un día nos tocó jugar contra Nueva Helvecia en una actividad aquí, allí fue la primera vez que vimos a un equipo todo uniformado, llegaron con sus medias, botines, guantes el golero, nosotros jugábamos de chancletas, nos quedamos todos asombrados, existan diferencias y es algo que siempre me acuerdo también” nos narra Sady.
A la edad de 13 años, después de su paso por la Escuela Nº 38, donde las Maestras le tenían mucha fe para seguir adelante con Geografía, Historia, nuestro entrevistado comenzó a trabajar con Julio Herrera, dueño del Periódico… “en aquella época era el canillita, el diario eran dos hojas chiquito, ahí comencé una relación muy linda con Julio, quien era jugador de Nacional como todos los Herreras. El me invitaba después de cada mediodía a jugar fútbol en el fondo de su casa, yo siempre juagaba de arquero, iba derecho al arco, siempre me gusto en la Escuela, en los picaditos en todo lado, era arquero. Julio agarraba una pelota y siempre comenzábamos a jugar, también estaba el “Moreno” Herrera y la primicia era “hay que agarrar la pelota”; así comencé de alguna manera. Como en aquella época no había baby ni tampoco categorías juveniles, la única manera de jugar era incorporándose a algún equipo, solo había Primera y Reserva. Reserva era integrada por algunos jugadores que no jugaban en primera y jóvenes niños que iban mechando. Y con 13 años comencé a jugar en la reserva de Nacional. Apenas llegaba con la punta del dedo a tocar el arco, pero el entusiasmo era grandísimo, al año siguiente volví a jugar, Nacional en aquella época recuerdo gano 6 años seguidos en Reserva, tenía muy buen plantel. “Carozo” Thul era el arquero de Primera en Nacional, poco a poco comencé a tener la oportunidad de ser suplente en primera hasta que por el año 57´ Fénix se lleva a ”Carozo” a Montevideo y “El Chino” Thul, hermano de “Carozo” que había dejado de jugar, hizo “la pierna” porque no había arquero en ese tiempo y después si, ya en el 58 comencé a jugar en Primera. Allí integre la primera Selección de Tarariras integrada por Álvaro Dalmas, Miguel Pérez, Zenón y “La Gata” Gómez. Hugo Celedon. “El Judío” Dalmas, “Tato” Fripp, “Ronco” y “Tapón”, la mayoría jugadores de Nacional. Ese año salimos Campeones y lo hicimos unos cuantos años más”. Nos cuenta Sady ya inmerso de lleno en el éxito de un club “Tricolor” que por aquellos años sabía mandar en copas a nivel local.
“En el año 61´ logre jugar en la selección de Colonia y allí en ese momento, “Lulo” Bonjour, que trabajaba en la Honda y estaba en el manejo de la Agencia siempre hablaba con os choferes que preguntaban por algún jugador, algún valor. “Lulo” les comentó sobre mí, y me hablaron para que en Enero pueda probarme en Montevideo. Yo estaba lesionado, jugando para Colonia me lesiono en Durazno en el Estadio Silvester Lantoni, un golpe grande en la cabeza después de salir a cortar una pelota, me gustaba mucho salir, pero en una de esas salida, que estábamos 0 a 0, llego a taparle el tiro pero me da con la rodilla en la frente, pude levantarme pero caí en seguida. Fosalba que era el Doctor de Colonia me dijo… “Mire Martínez que fue un golpe grande, se va a tener cuidar mucho, no jugar por un tiempo, 6 meses”… la verdad que había quedado bastante entregado, más allá que era joven después de que te dicen todo eso no es fácil. Esto sucedió a fines de año y a principio del año 62 tenía la chance de ir a jugar un Campeonato de Campeones con Nacional, fui a probar, me sentí bien y finalmente pude jugar. Yo no sabía pero los equipos rivales se habían reforzado con jugadores de Montevideo, anduve bien en ese campeonato, ganamos finalmente y al regresar estaba la oportunidad de poder ir a Montevideo. Un día me llama “Charito” que quiere hablar conmigo, voy hasta alá y me parece verlo a “charrito” con su particular hablar, era muy entrador, educado, lo vi hablando con un hombre en una mesa y me dice… “Vení “Pitilo”, mira este hombre es dirigente de Cerro, tiene muy buenas referencias tuyas. Me presento, José Migues era, me contó que tenía muy buenas referencias mías; fui a hablar con mi Pare pro él me dijo que no, como persona mayor tenía sus razones y no arreglamos nada. A los pocos días, volvió Miguez, nos volvimos a encontrar y le dije, la única posibilidad que tenemos es que usted hable con mi hermano mayor Víctor, el quizás pueda convencer a mi padre, Víctor vivía en Colonia. Migues agarro el auto y se fue a buscarlo, volvieron, hablaron con papá y ahí se dio la posibilidad de ir a Cerro”.
Ahora sí la aventura por el fútbol profesional de Cerro se hacía realidad para el futbolista tararirense, los arcos de la capital del país esperaban por Sady…
“A Cerro llegue sin probar, sin ninguna práctica, fui directamente con mi hermano a la Asociación Uruguaya a firmar el contrato, me dijeron valla a tal hora que lo van a estar esperando, y así fue, firme el contrato y me fui a vivir a Paso Molino a una pensión, donde también estaba Denis Casaña, Coloniense que también llego a Cerro, después lo vendieron a México. Yo venía a hacer el tercer Arquero, estaba Acuña, Velázquez y estaba yo practicando con el plantel de Primera, dirigido por José María Mínela, había sido jugador de River y la selección Argentina. Era de Mar de Plata, fue alguien que me enseño muchísimo. A los pocos días me vino hablar el Técnico de Tercera, que por la edad quería que juegue con ellos, hable con Mínela y me dijo… “si quiere jugar en Tercer juegue así va ir agarrando continuidad de lo que es el fútbol aquí”…practicaba con primera y jugaba los domingos de mañana con la tercera. Salimos campeones en el Parque Palermo ganándole la final a Racing y perdimos el Uruguayo por una ficha médica”.
La pasada lesión vivida por Sady en nuestro futbol, había dejado huellas, a la hora de salir a cortar y enfrentar rivales, la seguridad del Nº1 no era la misma, pero este problema comenzó a tener solución…
“En todo ese tiempo, yo no me había dado cuenta pero cuando me tiraba me había quedado temor por el golpe que había recibido, entonces en la práctica Mínela me agarra y me dice… “Martínez que problema tiene usted que cuando se tira esconde la cabeza no mira la pelota”… le explique la lesión que había sufrido y me dijo... “Lo que le paso una vez no le va a pasar siempre, yo lo voy a entrenar y enseñar la manera correcta de tirarse. Yo no fui arquero pero tuve de compañeros grandes goleros…” así fue como me enseño muchísimo hasta que perdí ese miedo que me había quedado por la lesión”.
Todo deporte tiene grandes regalos y para Sady, una gira que Cerro comenzaría por Europa, sería sin dudas una de las experiencias enriquecedoras que lo acompañara toda su vida…
“En el año 63´hay una gira de Cerro por Europa, y ahí tuve la oportunidad de integrar el plantel. Llegamos a Alemania, escalas por medio y día siguiente viajamos a Rumania, donde jugamos 3 partidos en diferentes ciudades, en el interior de Rumania y luego de ahí fuimos a Rusia en Tren, jugando el últimos partido en Moscú. Luego pasamos a Alemania Oriental, dividida en aquellos tiempos por el muro. Las oportunidades fueron tremendas, poder practicar en el Estadio de Berlin donde se hicieron las olimpiadas del 48´, y otra gran experiencia fue poder cruzar el muro de Berlín, nosotros estábamos en Berlin Oriental y fuimos hacia Berlin Occidental. De un lado los americanos, de otro los rusos. De Alemania vinimos a España y por ultimo a Sudáfrica a Johannesburgos, donde se jugó el Mundial. Una época donde todavía estaba el laipater, ómnibus para los de colores y otro para los blancos. Lo mismo sucedía con las tribunas, había un lugar que era todo de color y en otro sector blanco. Una de las anécdotas que siempre recuerdo en estas salidas, fue con el “Negro” Cortez, éramos muy amigos y en Sudáfrica esperando un ómnibus vimos que venía uno d dos pisos, nos preparamos para subir a lo más alto y el guía nos detiene explicándonos que ese ómnibus era para gente de color, “El negro” Cortez se reía y esa son cosas que quedaron… al ratito llego el ómnibus color crema y ahí si pudimos viajar”. También pudimos ir a ver una Mina de Oro, jugando en Ciudad dl Cabo y Derba sobre el océano Indico. La gira duro 2 meses y 6 días, fue algo impresionante, tremendo…”
Las historias y anécdotas son muchas para Sady y su bendición de poder viajar, conocer Europa haciendo lo que más le gustaba. A su regreso el club Cerro continuaría siendo su casa del fútbol pero a diferencia de las grandes alegrías que le permitía vivir el deporte, llegaría una etapa donde “las malas” también tendrían sus incidencias…
“Continúe jugando en Cerro, llego la oportunidad de poder irme para Argentina, pero se me negó la chance, el Presidente era quien manejaba todos los jugadores y de alguna manera se llevaban la mayor parte. Ahí realmente me enoje, me quise ir y me hablaron de River aquí en Uruguay, fui y jugué en la B. Logramos ganar el Preparación y el Uruguayo, después de 12 años River logro ascender, siendo la valla menos vencida un record que creo tener aún hoy en día vigente, con más de 8 partidos sin goles en contra. Estando en River, me vuelve a pasar algo similar a lo de Cerro, me hablan para irme a Colombia y se me niega otra vez la chance. Ahí deje el fútbol. Cuando tenía la oportunidad me trancaban, entonces decidí dejar de jugar con 25 años”.
Ya casado en Montevideo con Alicia Cruz del Rio, recién regreso a Tarariras hace 37 años, allá por 1983. Su hija mayor hoy en Mercedes, Seili, Ana Lea y Rubén y Daniel los mellizos, son parte de la familia que Sady supo construir y formar por el buen camino. Ese camino que también lo supo tener en Mercedes junto a la Palabra de Dios, por supuesto que trabajando junto a muchos niños en su pasión, Escuelitas de Fútbol. Donde no solo enseño todo lo que aprendió del fútbol, sino además sembró buenos valores. Aquí en Tarariras fundó el club Duna, como también supo integrar la plantilla que vio nacer a PAZA ATLETIC CLUB, siendo uno de los fundadores del club del barrio Los Sauces.
SADY MARTINEZ y una trayectoria de lujo junto al balón por la capital del país. Víctima de los malos manejos del fútbol, su carrera quedo por el camino, pero las experiencias y el respeto que supo ganarse en una trayectoria que prometía mucho más; permiten que al nombrar SADY MARTINEZ, muchos identifiquen a un abanderado del profesionalismo, ese sueño que todo jugador tiene y en épocas pasadas llegar no era cosa de todos los días.
¿Sady Martínez? Si, lo conozco. Es parte de Mi Gente en Mi Pueblo.
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