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MI GENTE en MI PUEBLO

Semana especial para Tarariras. 101 años de la declaratoria de Pueblo y si bien nuestra invitada de hoy,  vivió muchos años lejos de Tarariras,  su  centenar de edad  en la actualidad, en este 2020, creemos que merece un especial homenaje. Quizás muchos tengan conocimiento, quizás muchos no, pero lo cierto que Tarariras cuenta con una vecina, que solo por días, lleva la misma edad que el pueblo… 101 años…! Ella es “Maruja”, su nombre completo MARIA  AURELIA MENDEZ DE CORRALES.

Hoy es parte del Hogar de Ancianos que nuestra vecina “Bocha” lleva adelante, allí cerquita de la casa del Alcalde actual, Sergio Bertón. Y hasta allí llegamos. Como lo hemos mencionado anteriormente, si Tarariras cumple 101 años de Vida, que mejor que traer a nuestra página a un personaje de la misma edad, porque sí, leyó bien, hoy nuestra homenajeada espera los días, para el próximo 29 cumplir y festejar sus 101 años de vida…! Y esta bárbara la Señora…!!! 

Cada entrevista nos regala  lindos momentos, especiales y esta no fue la excepción desde el principio, porque claro, estábamos por ingresar a un lugar, donde el factor riesgo en estos días de Pandemia, era máximo. Y así comenzó nuestra aventura, una nota diferente, nota en tiempos de Covid 19. Tapa boca, y ya en la entrada nuestra amiga y vecina “Bocha” dueña del hogar, cuidando cumplir rigurosamente con el protocolo, suela en alto y a desinfectar, alcohol en gel para las manos… “Estamos cuidándonos al máximo, con todo el protocolo que nos han mandado para los hogares. Es necesario hacerlo y sobre todo por ellos, por su edad y porque en sí, es parte de nuestra tarea cuidarlos siempre, ahora aún más” nos contaba “Bocha”, haciendo especial referencia a todo este tiempo donde sin dudas, todo ha cambiado. Ahora sí…ya prontos, ingresamos al Hogar y pudimos sentarnos, con distancia claro, con “Maruja de 100”, si 100 añitos…! 

Cuando uno va a buscar a una personas de tantos años, sin dudas no sabe con qué se va a encontrar, imagínense que uno a veces “se anda quejando”, pero no fue el caso de nuestra entrevistada, quien puso la primer cuota de humor apenas hicimos nuestra primer pregunta y fue donde nació… “Soy de Sarandí de Navarro…el pueblito alegría, cuando no se baila se juega a la bolita” Allí en Rio Negro nació doña “Maruja”, allá por el año 1919. 

SARANDI DE NAVARO; La localidad se ubica al noreste del departamento de Río Negro a orillas del arroyo Sarandí (afluente del arroyo Averías Grande), próximo a la cuchilla de Navarro (ramal de la Cuchilla de Haedo) y a unos 3 km de la ruta Nº 20. Aproximadamente 175 km separan a la localidad de la capital departamental Fray Bentos, mientras que las ciudades más próximas son Guichón (55 km) y Paso de los Toros (65 km).  

Después de cursar la Escuela doña “Maruja” paso a vivir en Montevideo donde conoció y se casó con Jorge  Corrales Giménez, hoy fallecido y con quien compartió 51 años de casados. Aquí comienzan de alguna manera los mayores y más especiales recuerdos… “Un día mi esposo me preguntó si yo lo acompañaba a Barracas, Argentina, y por supuesto que le dije que sí. A donde él iba, también allá iba yo con él”… nos cuenta nuestra entrevistada casi enamorada como en aquella época, embarcándose de esta manera para el vecino país, donde también tenía y tiene hoy a su hermano. “Doña Maruja” paso años en Argentina, donde tejer era casi que su profesión porque el hombre de la casa se ocupaba de todo… 

"Yo solo terminé la escuela y después ya no hice más nada, mi esposo quería que yo solo esté  en casa, él me cuidaba tanto que no me dejaba levantar  antes que él, porque él decía que yo tenía que tener pronto mi desayuno. Me acompañaba a todos lados y cada vez que había peligro, que me pueda caer o tropezar, me avisaba, me agarraba fuerte la mano. Por las noches siempre me despertaba y me tapaba la espalda, era un súper protector. Vivíamos en el barrio Congreso, calle Moreno entre Alberti y Savedra”…. Nos narra “Maruja” con una lucidez admirable, 100 años y recordando detalle por detalle su paso por el vecino país, donde el amor manejaba los hilos de aquellas épocas, amor verdadero, el de cuidarse uno a otro, como ese amor que siempre suelen contar nuestros mayores.  

Doña María y su esposo, tuvieron la bendición de un hijo… “Tengo un hijo Jorge Aníbal, 4 nietos y un bisnieto”. Lamentablemente su compañero de vida falleció y ahí doña “Maruja” paso a vivir con su hermano en el país vecino. No es hasta el año 96´ que llega a Tarariras a la casa de su prima Ilda Vera… “Cuando aquí llegué  a Tarariras, mi prima siempre tenía cosas por hacer, salir, entonces para que no se complique le pedí que me trajera al Hogar de “Bocha” y hace unos años, ya estoy aquí. Yo soy como el perro, a donde le dan cariño estoy bien”… nos cuenta con picardía y dulzura a la vez doña “Maruja” que no para de asombrarnos, cuando la dueña del Hogar “Bocha” recuerda cómo fue su ingreso…  

“Si fuera por ella hasta el día de hoy se pone a ayudarnos, cuando llegó lavaba su ropa, la cocina, ella quería servir a pesar de su edad y todos los días tenía su vasito de vino o si había caña, también se prendía.   Hoy me dobló  toda la ropa, sentadita tranquila, ella colabora pero hay que frenarla y cuidarla por su edad”. Respecto a este relato de “Bocha”, doña “Maruja” agrega… No es por orgullo, pero yo me siento muy bien y si San pedro no me llama, el 30 voy a festejar mis 1010 años”. Finaliza “Maruja”.

Así finalizamos una corta pero enriquecedora charla con nuestra amiga “Maruja”, que con sus 100 años, mirada dulce, tranquila, un poco sorda sí, pero rápida y lúcida a la hora de contestar, nos narraba con orgullo un siglo de vida donde el amor de su esposo y el compañerismo que ambos sembraron juntos, fue sin dudas la lección que nos regala nuestra invitada de hoy. 


Que importante y maravilloso es EL RESPETO que podemos tener unos por otros, con nuestra pareja y también con quienes nos cruzamos; hablar de estos valores con Personajes del ayer, son códigos de vida, innegociables que iban de la mano con los pasos que daban. Escuchando y conociendo historias como la de “Maruja” y su compañero de vida,  me pregunto... ¿que nos ha pasado como sociedad para vernos tan destruidos?...con cifras de asesinatos de mujeres y hombres, como si nada valiera. 

Y discúlpeme que me vaya de mi personaje, pero necesitamos recapacitar, creer y entender que debemos defender los valores del ayer, el amor, el respeto y cultivarlos urgentemente en la vida de nuestros nietos, de nuestros hijos. Hoy en Uruguay en 48 horas se registraron 7 asesinatos.                  

Las principales organizaciones sociales hablan y se pronuncian de la siguiente manera…“La cuarentena deja a miles de mujeres en un infierno, encerradas con un agresor al que le tienen más miedo que al coronavirus”… La realidad 2020 nos está llamando y golpeando la puerta para un despertar necesario y urgente a la vez. DESPERTAR a VALORES que por más que pasen años, 100 como con “Maruja”, esos valores siguen vigentes y seguirán por siempre. Solo debemos de defenderlos, traerlos a memoria pero sobre todo, ponerlos en práctica. 

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